Yo, damas. Yo, caballeros. Yo. Yo soy el alfa y el omega de esta breve charla en la que pongo el mundo de la literatura a los pies de los caballos del Apocalipsis. Porque yo soy el epítome de las letras universales. Fuera de mí no hay nada. No existe una historia de la literatura, a no ser que yo me la invente. No es posible el futuro si yo no lo pongo por escrito. Pero recuerden que yo no escribo para cambiar el mundo, pues el mundo soy yo y soy inmutable.
6 comentarios:
Perfecto
me ha recordado a este relato:
http://eliseototo.blogspot.com.es/2008/11/el-solipsista.html
saludos
Amén.
:D
Sk
Epítome de frivolidad es lo que son la mayoría de los ultraegos que pueblan el panorama comercial, y también el alternativo, para qué engañarnos.
Un saludo.
... dijo el autor aunte una sala enorme en la que sólo estaban (y bostezaban) tres sin techo.
¿Aunte?
Esto de escribir con prisas me aniquila.
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