Cuentan que Pavese telefoneó a tres mujeres el día de su suicidio y las tres rechazaron su invitación a cenar. Hoy lo habrían dejado en «visto» o directamente lo tendrían bloqueado. La tecnología nos ha facilitado la deshumanización, aunque sea un cliché; antes el rechazo era una experiencia más personal, pues había que dar la cara (o la voz).
Era más duro antes entonces... Quizá se hubiera salvado hoy ja, no sería tan trágico que no contesten, saludos
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