Un policía de paisano en el transporte público para destrozar con un martillo los teléfonos móviles de los que molestan con sus audios. 

El desinterés de la historia me absolverá.

—Gracias, querida. —¿Por cumplir años? —Claro, me da cargo de conciencia que cada año signifique innumerables acuerdos ventajosos para mí.

Hay que aceptar las cosas como vienen, y esto podríamos vestirlo de sabiduría, pero es resignación (¿acaso podríamos cambiarlas?).

Háblame, Musa, de aquel varón de pies cansados que pretendía que los dioses lo apoyaran en sus gestas discretas, en sus hazañas contenidas q...

El mundo entero es un escenario, dijo Shakespeare, y yo necesito cambiar de agente.

Desperté tras una pesadilla. Había soñado que tenía cuarenta y siete años y seguía estancado en los mismos problemas de siempre.