En nuestro país siempre había conflictos sociales por la cuestión de la lengua. Algunos hablaban francés y otros alemán. Durante años hubo muchos que propugnaban que nos separásemos en dos naciones independientes, pero estaba el problema de definir los límites territoriales. Al final llegamos a un consenso: los lunes, martes y miércoles es obligatorio que todos nos expresemos en francés; jueves, viernes y sábados hemos de usar el alemán en todo el país. Como puede ver, todos los carteles son digitales y están programados para realizar el cambio de manera automática. ¿Que qué hablamos los domingos? Está claro, hombre: esperanto.
Un día me propuse aprender esperanto, aunque solo fuera por tener en el currículum algo que no tuviera mucha gente. Portirarme el moco, vamos. Me bajé un curso online, y todo.
ResponderEliminarPero me desencató cómo sonaba.
Al final voy a tener oído musical, y todo.