Podríamos quejarnos de que pagar alquiler a cambio de un piso con humedades y sin electrodomésticos no parece algo propio del siglo XXI, pero nuestro casero nos contestaría que somos unos ingratos, pues nos está dando una verdadera navidad dickensiana.
"¡Paparruchas!", diría el casero.
ResponderEliminar