—Enfócalo así: imagina que eres un personaje literario. ¿Cuáles dirías que son tu conflicto y tus obstáculos?
—Mi conflicto es que no sé lo que quiero y cada día de mi vida sería un obstáculo.
—Vale, vale. ¿Y tu motivación?
—Follar, supongo. Como todo el mundo.
Más claro, el agua. Pero no serviría Usted para político, que el poder se le ha olvidado. A no ser que quiera el poder para poder follar, por supuesto. Que de todo hay. Si no, de qué iba a mojar alguna vez Montoro.
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