Se apagarán mis ojos y ya no veré más. El mundo se les ofrecerá, nuevo, a otros. Y yo ya no estaré, me habré marchado a ningún lugar, al olvido, adonde ya nada importa. Será como si nunca hubiera existido. Todo este dolor e incluso las bellas alegrías. También estas palabras desaparecerán. Es tan fútil vivir y sin embargo no quisiera dejar de hacerlo.
Bueno, cuando eso pase tampoco se dará cuenta Usted. Yo lo tengo dicho: que mis potenciales deudos y amigos elijan de entre estos dos epitafios (que es que no me decido): "Joder, con lo bien que me lo estaba pasando" y "estaba tó muy rico".
ResponderEliminarMuy bueno, más de lo habitual.
ResponderEliminar