Señorita, se le nota la tristeza en el caminar. Cada pisada suya habla de sufrimiento, de un dolor insondable que no se despega de sus tacones, que son como lágrimas permanentes. Será porque hace tiempo que no follo, contesta ella acabando con el romanticismo del asunto.
o encausándolo.
ResponderEliminarTalmente la Mary Shelley.
ResponderEliminarNo acaba allí, lo sabe cualquiera al que se le haya erizado el pelo de empatía al son de los berridos del No pussy blues.
ResponderEliminarSi no, para que me esfuerzo en explicárselo a mis niñas, ay ay ay, pobre mujer, ay ay ay, detrás de una esquina de este tonto laberinto cotidiano aguarda la solución.
Jajajajaja
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