Porque lo nuestro se parece a Stalingrado, le dice él, pero ella le rectifica, le dice que eso es falso y, además, muy típico: Stalingrado, Vietnam, Auschwitz, siempre lo mismo. No, es como Beirut en primavera, aunque es consciente de que ya no hay guerra en el Líbano. Flores entre los escombros, asegura con determinación. Y él no discute, porque uno siempre vuelve a ser quien era, a la primera oportunidad. Porque el amor no es más que pensamiento mágico, y es tan fácil creer contra toda evidencia si uno encuentra el estímulo adecuado.
"El amor no es más que pensamiento mágico"... pues, probablemente, al fin alguien ha dado con una definición decente.
ResponderEliminarO no. A saber.