El simio solitario hace una visita arqueológica a las ruinas de su juventud. Aquí reiné, piensa, aunque es mentira. Aquí soñó, que ya es algo. Estas son mis obras triunfales, murmura mientras deambula entre los cascotes e intenta leer las escasas inscripciones que aún quedan en pie, pero están en una lengua extraña que ya no entiende.
Bueno, supongo que al menos le quedan los recuerdos
ResponderEliminarUn poco como yo cuando reviso mis escritos de la adolescencia.
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