Quizá el mundo se acababa fuera, cómo saberlo. Podría haber estallado una guerra esos días y nosotros, ajenos a la realidad, seguir hablando de literatura. Días intensos y amistades que se pretenden eternas, pero hay que volver al mundo real. A otra rutina. Con suerte, nos encontraremos en los libros.
Y en ocasiones, con suerte no.
ResponderEliminarPorque hay cada tocho...
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