Llamaron a la puerta. Eran dos oficiales del gobierno, que le comunicaron que había sido seleccionado por la lotería intergaláctica para desplazarse de inmediato como colono a Alfa Centauri. Pero yo no he jugado, arguyó él, aunque las leyes eran claras: todo ciudadano participaba en los sorteos de forma automática. Echó un vistazo a su apartamento, que había acabado de pagar recientemente, y se resignó con la idea de que las hipotecas en Alfa Centauri eran bastante asequibles.
Pero en alpha centauri hace musha caló. Mejón un planetita.
ResponderEliminarlea la letra microscópica, en Alfa Centauri o en Navalmoral de la Mata, lea la letra microscópica
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