Quería aprender alemán, pero era un tipo muy ocupado y no tenía tiempo para estudiar, por lo que decidió probar con grabaciones de ese idioma para escuchar mientras dormía, pero eran un poco caras y él siempre había sido un tipo muy ahorrador. Por suerte, descubrió que había discursos enteros de Hitler en varias páginas neonazis y se podían descargar sin pagar nada. Así, consiguió tener un alemán de acento austriaco de lo más aceptable, aunque con un deje antisemita bastante pronunciado.
jajajjajajajajjajajajjaja.
ResponderEliminar(cualquier día me manda al cuerno)
Y ahora lo habla crispando mucho las manos. Así: Gñgñgñgñgñ...
ResponderEliminarTus escritos son lo mejor que he leído desde no recuerdo cuándo. Perdona el tuteo pero leerte a veces es como leerme a mí misma, así que me sale tratarte como a un viejo (aunque seas más joven que yo) conocido. Me recuerdas a Borges, Cortázar, Baudelaire, Woody Allen, Stephen King y, por supuesto, Leonard Cohen. ¡Vaya cóctel me ha salido!
ResponderEliminarPiropazo!!
ResponderEliminar