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viernes, 27 de septiembre de 2013

Una tranquila mañana en un pueblo de Galicia

Treinta y cinco años. Una tranquila mañana en un pueblo de Galicia. Llueve. Ya no soy un chico, soy un hombre. Aunque yo sigo sintiéndome perdido. Ser un hombre es un asco.
a las

4 comentarios:

  1. Pommette12:44 p. m.

    No hago más que encontrarme con gallegos.

    Ser mujer no es mucho mejor.

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  2. Tsukeeno's5:57 p. m.

    Los gallegos dominaremos el mundo xD

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  3. Microalgo9:40 a. m.

    Yo me dejo, que soy de Cádiz.

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  4. Gabriel Noguera2:28 p. m.

    Dominarán el mundo, sin duda, porque aguantan este clima (los sureños morimos aquí).

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