He soñado con un monstruo, le dice ella. Era un gusano que me quería parasitar, quería entrar en mi cuerpo para anidar y tener sus asquerosas crías. Pero yo no le dejaba, ¿sabes? Luchaba a brazo partido con él, me retorcía, lo golpeaba una y otra vez. Al final, lo derroté. Lo aplasté con mis propias manos y no quedó más que una masa sanguinolenta.
Tú sí que sabes qué decirle a un hombre después de follar, contesta él.
Pero si lo hizo, estás contagiada.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué poco glamour post coito, alegorías incluídas, es cierto..
ResponderEliminarMujeres románticas donde las haya.
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