Nosotros, que somos jóvenes, queremos cambiar el mundo, que está gobernado por señores que también quisieron cambiarlo y que se pasaron al enemigo. Porque nosotros no seremos como nuestros padres, que también fueron jóvenes y terminaron derrotados. No. Nosotros tenemos la fe ciega de los que no saben que se convertirán en unos cínicos. Somos una fuerza arrolladora y llena de esperanza que sólo contempla la victoria, pues la alternativa es terrible: mirar con desaprobación a los ilusos que lo intenten después de nosotros.
Me gusta este manifiesto joven-rebelde!
ResponderEliminarpor cierto, algún día contestarás nuestros comentarios o visitarás mi blog? xD
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminar¡¡¡¡Ahhhh. Has dicho Hola!!!! xD
ResponderEliminarEscuché que había un chiste de Forges en el que un tipo se decía que de joven pensaba que iba a cambiar el mundo... y que ahora no era capaz ni de cambiarse de compañía de móvil.
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