—No hay sitio en este silencio para los dos.
—¿Por qué no?
—¿Lo ves? Acabas de hablar.
—Tú lo has hecho antes.
—No seas rencoroso.
—Oye, eres cruel e injusta.
—Soy mujer, no es culpa mía.
—Excusas.
—¿Pero no me quieres?
—Sí, pero porque soy hombre, no es por elección.
—Bueno. Pero somos felices.
—¿Lo somos?
—Sí. A mi manera.
—Ah.
Como diría Leonard Cohen: Hallelujah.
ResponderEliminarBueno, al menos uno de los dos es feliz. Los dos ya sería mucho (tengo una cita de Benítez Reyes al respecto, pero como estoy donde Cristo perdió el Bic de cuatro colores, pues no la tengo a mano).
ResponderEliminary como diría Jardiel Poncela, amor se escribe sin hache
ResponderEliminarDeberías aprender a escribir diálogos.
ResponderEliminarY usted comentarios.
ResponderEliminarjajaja no se si estara correctamente escrito, pero jajajajaja me encanta.
ResponderEliminarMi comentario no tiene nada de malo. Y además ha servido para constatar que a parte de no saber escribir diálogos, tampoco sabe defenderse de una crítica.
ResponderEliminar«Aparte». Y yo no tengo que defenderme de nada, caballero.
ResponderEliminarGracias por la corrección. Señorita, si no le importa; y si no ha de defenderse de nada, no lo haga. Y si lo hace, hágalo bien y no dando bandazos entre la indiferencia fingida y la cólera del ego.
ResponderEliminarEs que no lo he hecho, señorita.
ResponderEliminartambién hay que saber hacer críticas
ResponderEliminarY a mí me encanta la gente que cita a Jardiel Poncela.
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