martes, 22 de marzo de 2011

Las diez de la mañana

La cama vacía. Una hoja quemada en el cenicero (el tiempo). Un despertador que suena con insistencia, anunciando que ya no es ayer. Y el sabor tan amargo de estas palabras de despedida que ya no son de nadie.

5 comentarios:

  1. hoy ya no es ayer, pero lo será mañana.

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  2. Irrefutable disquisición.

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  3. cicatrizysal.blogspot.com7:31 p. m.

    Las dos últimas entradas son demasiado (incluso para mí)

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  4. Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

    me respondes a munekitacat19@hotmail.com
    besoss
    Catherine

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